Los puntos de recarga para vehículos eléctricos son una de las principales barreras para que la adopción de este tipo de vehículos alcance una velocidad de crucero. Por norma general, se considera a los puntos de recarga públicos como la asignatura pendiente, haciendo especial hincapié en el desarrollo de estaciones de recarga rápida que se ubiquen en las principales autovías y autopistas para permitir realizar viajes de larga distancia.
La realidad, sin embargo, es que el primer paso antes de embarcarse en la compra de un VE es tener un punto de carga vinculado, es decir, un lugar donde poder cargar regularmente su automóvil (generalmente en su casa o garaje). Si no quieres complicarte la vida innecesariamente, lo normal es que tengas a tu disposición un punto de recarga que pueda recargar tu coche el 90% del tiempo sin tener que depender de la infraestructura pública de recarga.
Si bien desde hace unos meses sólo existe una tarifa de electricidad, algunas compañías poseen tarifas eléctricas especiales para vehículos eléctricos.
Qué opciones hay para recargar tu coche eléctrico de forma habitual
Actualmente, hay tres opciones principales para cargar tu vehículo eléctrico:
- Punto de recarga en el lugar de trabajo. Cada vez más empresas permiten que los empleados carguen sus automóviles en los puntos de recarga del lugar de trabajo. Al final, los empleados pasan mucho tiempo trabajando, por lo que incluso una toma de corriente de bajo voltaje será suficiente. Este servicio es un beneficio para los empleados, además reduce la huella de carbono y es de bajo coste para la empresa.
- Punto de recarga en vivienda unifamiliar. Esta es sin duda una de las formas más fáciles y óptimas de cargar un vehículo eléctrico. Una inversión en una vivienda unifamiliar es la inversión más baja posible, incluso a coste cero.
- Punto de recarga en garaje comunitario. Este será el caso más común, sobre todo teniendo en cuenta que España es un país con una población concentrada en ciudades y grandes edificios de apartamentos. Al principio, la instalación puede parecer complicada, pero luego te contaremos que es más fácil de lo que parece.
Punto de recarga en garaje comunitario
La cosa cambia cuando hablamos de garajes comunitarios. Aquí, el proceso no es tan simple como mucha gente piensa, aunque tampoco tan complicado como se cree.
Lo primero que debemos hacer es informar a la comunidad de que instalaremos un punto de recarga. Un informe será suficiente ya que la instalación no tiene que ser presentada a la junta de propietarios para su aprobación debido a la Ley de Propiedad Horizontal, pero es suficiente una notificación por escrito al administrador. La Ley de Propiedad Horizontal se modificó en 2009, según el artículo 17.5, si deseas instalar una estación de carga en tu garaje, solo necesitas notificar por escrito al presidente o administrador de la comunidad.
Para poder instalar un punto de recarga en un garaje comunitario, existen principalmente dos tipos de configuración:
- El garaje y la casa están en la misma comunidad. Las plazas de aparcamiento suelen estar situadas en el sótano de un edificio residencial. En este caso, las normas permiten el tendido de un cable desde el contador de la casa ( la normativa exige que esté conectado directamente al contador) hasta el estacionamiento. Esta es la mejor solución porque permite que la vivienda y el punto de recarga (simulando una vivienda unifamiliar) compartan el punto de suministro eléctrico (y la factura).
- El garaje se encuentra localizado en una propiedad diferente. En este caso tienes que solicitar a la distribuidora un nuevo punto de suministro (con un nuevo contador) y te verás obligado a tener otra factura eléctrica.
En ambos casos existe una tercera vía, que consiste en suministrar energía al punto de recarga desde el punto de suministro del garaje (el mismo que alimenta las zonas comunes). Esto requiere la instalación de medidores de electricidad secundarios para que la comunidad pueda pasar la factura mensual de electricidad al propietario del vehículo. Si bien es la forma más óptima (especialmente para un futuro con muchos puntos de carga), rara vez se usa en la práctica porque requiere el consentimiento de la comunidad, además de una plataforma para que los gastos se le pasen a cada vecino en función de su consumo.
Así mismo, los requisitos técnicos para instalar un punto de recarga se recogen en la guía ITC-BT-52 para instalaciones a baja tensión, según aclara la Red Eléctrica de España.